Of Montreal fue uno de esos conciertos que te hacen sentir la
persona más feliz del planeta y pensar que los que no pudieron venir tienen muy mala
suerte. Tocando un hit tras otro como “Coquet, Coquette” y “Whright Pinned to the mist and other games” la banda fue provocando baile
y euforia que aumentaba a medida que del escenario iba saliendo una lluvia de
globos, actores personificando luchadores, a veces, gallos; otros, desnudos y
así. Un poco de art rock que nos perdimos en los 70s, y la sicodelia sesentera
que adquiría mayor distorsión con los minutos hacia el final del show.
Foto: Rodrigo Ferrari (Flickr s45)
Pocas bandas pueden igualar como Of Montreal su capacidad musical con la audiovisual y performática, siendo muy difícil que esta pueda sobreponerse sobre las canciones. Tampoco hay muchas que sean capaces de sobrellevar de manera tan sabia todas sus influencias, haciendo un recorrido por estilos tan dispares como el new wave, el dance, el rock o la sicodelia. Eso sí, todo incorporado en su estilo propio.
Pocas bandas pueden igualar como Of Montreal su capacidad musical con la audiovisual y performática, siendo muy difícil que esta pueda sobreponerse sobre las canciones. Tampoco hay muchas que sean capaces de sobrellevar de manera tan sabia todas sus influencias, haciendo un recorrido por estilos tan dispares como el new wave, el dance, el rock o la sicodelia. Eso sí, todo incorporado en su estilo propio.