Una ya no es adolescente. Si esta inglesa hubiera surgido en los 90s, seguramente ni siquiera me hubiese gustado mientras hacía trizas mis oídos con grungeros. Debo decir que aún estoy más cerca de las niñas de 15 que sus mamás de más de 40. Por suerte. Una especie del jamón del sandwich.
Debimos aguantar a unos teloneros que recibían gritos de jóvenes que parecían fans contratadas, -no podía creer que le gustaran a alguien-porque un grupo con menos identidad musical y estética no había visto nunca. Al menos en vivo. Música de televisión argentina con guitarras metaleras de fondo, riffs copiados asquerosamente(y mal) a Bon Jovi de los 80, las poses del vocalista cantando más abajo del micrófono como hiciera Liam Gallager diez años atrás.
Y llegó la señorita Lily Allen, con vestido negro y músicos negros, música ska y reggae que se deslizaba desde el escenario, destacándose el show propio de los que tenían los instrumentos de viento, con sus propios pasos de baile coordinados. Abrió con LND (Smile la tocó al cerrar antes del bis, Marcelo Contreras), un poco más rápida de lo normal y repasó canciones de Alright, still y entre broma y risas fue estranando otras canciones.
El vaso de cerveza, cigarro en mano y la sonrisa constante, dan la razón a que lascantantes mujeres debieran ser siempre así: relajadas. Hasta en la balada 'Littlest Things' donde uno espera que se ponga seria, se viva la canción de nostalgia de una relación que no hay porqué sentir eso, ella se ríe como lo más natural del mundo. O se pone a contar la letra de 'Friend of foe' que se trata del matonaje escolar y dice que para qué lo explica si nadie entiende, y se mata de la risa, pues en el público todos le dan a entender que igual cachan; en 'Not big' alude de nuevo al tema del lenguaje, que es algo que nos separa, pero lo que nos une es que por todo el mundo hay hombres que la tienen chica. También que le apesta la necesidad de admirar a la flaquísima Kate Moss, pues le encanta comer comida chatarra, y se da vuelta mostrando el trasero gordo, como pero ni tanto, como demostrando su postura con cero pudor.
Ya en la segunda mitad del concierto el baile se quedó reemplazando el seguir cantando las canciones, como si todo empezara realmente a fluir, en canciones como 'Knock' em out', incluso 'Smile'.Y la envidia de saber que esta era ahijada de Joe Strummer, se hacía ver en cada nota de reggae y ska que ensalzaron varias canciones de The Clash, y aunque no haya hecho cover de ellos igual recurrió a otros de sus ídolos ingleses como The Specials con 'Gangster'
y sorprendió con una refrescante versión de 'Heart of glass' de Blondie.
Luego de un bis, regresa con canciones desconocidas y 'Alfie' que hace gritar al público, para ver si entendió que era la que pedíamos. Y ahí uno se recuerda del festival de Viña cuando inventaban que el público pedía gaviotas de oro cuando no era cierto. Pues bien, aquí era bien cierto. Y everything (was) just wonderful, cuando uno se trae una cuota de quincieañerismo a los 27.
fotos: EMOL
3 comentarios:
Me gusta como escribes Maca..no desde el crítico en la butaca, sino emplazada como espectador en éxtasis... con lucidez y relato.
Un gran abrazo
Mark
Te encuentro igualita a lily allen!!!
Hola preciosa Que mirada tan dulce tienes, es digna de un ángel tan bello como vos!
jfrancisco70@hotmail.com
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