En la vida se puede tener mala suerte o buena suerte. Pueden ser rachas, obviamente. O solo pequeñas cosas que uno diga "ohhh qué mala suerte". En Buenos Aires tuve buena suerte porque me invitaron la mitad de una entrada en segunda fila a Café Tacvba en el ¡Gran Rex!(que da para otra entrada aparte, porque fue increíble). Ahora la tortilla se da vuelta. Toda la semana al hilo de que si venía o no Jarvis Cocker, de Pulp. Y sí viene. ¿Cuándo? para el matrimonio de mi hermano. No tengo elección. Pueden sacarme pica después. Yo haré un saludo con una copa de vino. Por los novios, claro. Y por quienes asistan al concierto.
2 comentarios:
Hola macky,
Creo haber salido con la racha de la buena suerte, porque sino como me explico que me haya encontrado dos veces 100 lucas botadas en la calle y una cámara bacán de fotos en un parque, o que haya sido justo la última en ingresar a la carrera de periodismo.... En todo caso, ánimo por que no podrás ir al concierto por la boda de tu hermano. Tampoco podré. Somos dos. Prefiero pensar, antes de mala suerte, que a lo mejor es para bien. Como suele ocurrir en la mayoría de los casos cuando viene sólo un integrante de alguna banda, son una verdadera lata y al final uno termina botando la plata. Sucedió con paquito d' rivera en Providencia Jazz hace tres años.
Eso nomás.
Chau.
Que felicidad que venga Jarvis Cocker ya que nunca vino Pulp. Ahí estaré...
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