Las señoras de mi mesa no permitieron que me ensuciara mucho el dedo después de votar. Estaba media lateada toda la semana con cumplir este "deber cívico", pero al final por más que esté indeferente llega el día de votar y estoy pendiente hasta decir basta. Estuve mucho rato escuchando las transmisiones mientras cerraban las mesas y contando los votos, viendo las noticias de principio a fin. Parece que al final de todo igual la política me interesa más de lo que yo creo. Lo suficiente para manchar de manera decente a "Gastón, muy gordo y barrigón", mi dedo derecho.
1 comentario:
jaja, chócale! Ahora, creo que es completamente legítimo y razonable que uno se interese mucho por política, sin interesarse lo más mínimo por los partidos. Al menos, es mi caso.
Luego de votar, yo y mi dedo verde entramos a un baño para purificarlo del "delito" que acababa de cometer (es decir, votar, jaja). A mi lado, este hombre de unos 50 y tantos resumió a la perfección todo proceso electoral: "qué lata tener que venir a esta h...".
1 abrazo!
Publicar un comentario