2.10.06

Síndrome de Los Gatos Negros I


Hace dos años que conocí a un grupo que se llaman Los Gatos Negros. Puro rock & roll del que me gusta a mí. ese de las raíces. En fin, me pareció primero volver oír a Ramires! pero después no. Y no era acústico. Estaba con la Loreto que cabecea hacia los lados, tomando Escudo y fumando unos cigarros. Eduardo, el vocalista nos dijo antes: "Que bueno que vinieron a este concierto porque va a ser súper especial. Vamos a tocar todo el repertorio con covers y todo. Serán dos horas y media. Estamos de cumpleaños". Sin embargo, fue especial no sólo por eso. En el público no faltó el jugoso que gritaba pegado al escenario cuánto amaba el rock & roll. Ya a la primera sonaba gracioso, y después queríamos que se callara. Porque si no le gustara el rock &roll no estaría en esta tocata. O ninguno de nosotros. Alcanzaron sí a interpretar una de John Lennon, bluserísima, "Yer Blues". Una más y llegó el administrador del local, encendió la luz, y empezó a recoger las botellas de cerveza. Ups. Una de las chicas del público la volvió a encender, pero él insistió y dijo que esto tenía que terminar. La gente empezó a pedirle que Los Gatos Negros cerraran la última canción y que pudiéramos comer la torta de chocolata que estaba dispuesta para la ocasión. Pero entre dires y diretes el local empezó a vaciarse. A mi lado estaba el bajista con su chica aclarando los hechos con el tipo de El tequila. Este señor jugoso se había robado una botella de vino. Guau. Bah. Miau. Todo mal. Esto era muy malo. Luego la chica del bajista le preguntaba a don Jugoso "¿Qué se siente cagar un carrete?"Y él muy cara de palo se defendía. Hasta se dio el lujo y la patudez de recitar poesía junto con Eduardo. Y él casi ni ahí, pero con una cara de decepción que te la compro. Se nos acercó a preguntarnos si nos gustó. Le contestamos que sí. Pero ya era hora de irse, ¿No? Luego más aventuras nos sorprenderían.

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