26.2.07

tom jones


Tom Jones hace bailar, hace reír con sus rugidos y ojos saltones. Incita a las ganas de bailar, aunque en el San Carlos todos sean algo tímidos para hacerlo y a una se le muevan los pies solos como en una fiesta.
Más que todo eso, el galés hace que te transportes a otra ciudad, a otro país, a otra época. O en fin, a una pantalla de televisión. Sí a una serie o película setentera, que puede ser cualquiera. Uno es parte de un crucero lujoso con gente elegante y millonario. Se huele que hay coca y que en las manos de magnates hay vasos de whisky y en las de chicas con aros de botones de oro, hombreras y amplios peinados, hay martinis.
Canciones románticas con "sincerás", unos blues, y unos cuantos bailables, terminan con la movida "Kiss" de Prince con un final más televisivo imposible. La música que toca la orquesta es igualita al programa "Saturday Night Live".Fui a un gran concierto, pero creo que acabo de apagar la televisión.

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