No sé por qué me gusta tanto la música alternativa o indie, como la quieran llamar. ¿Por culpa de Nirvana? ¿por culpa de pasar en MTV tantas horas el 94 y el 95? ¿a esa edad es posible que te moldeen la cabeza? No. Tiene que ver con la manera de ver las cosas, con aburrirse del sonido establecido, de encontrar la belleza en la imperfección, aunque a veces sea perfecta y en las radios y en los diarios no lo quieran ver, porque mucha gente es sorda o no entiende. Pero no tiene porqué hacerlo tampoco.
(Me gustan Los Beatles, tampoco tan alternativa no soy, pero Abbey Road ¿no parece acaso un disco de rock alternativo? ¿o The fool on the Hill no es un pie para Belle & Sebastian, por ejemplo?)
Quiero un caset de Daniel Johnston. Ese que sale en la polera de Kurt Cobain. Y gracias a este sujeto que conozco al susodicho y a The Vaselines. Recién vi The Devil & Daniel Johnston y su música es tan perturbadora y hermosa a la vez, aunque odie la palabra "hermosa". Otra vez, identificación. Además me quedo con la idea, ¿por qué no lo conocía antes? Y entiendo la música de Pavement, de Flaming Lips, de CYHSY o Kimya Dawson. (E incluso mi manera poco pro de tocar la guitarra) El hecho de que me guste no tiene más explicación y no debiera explicarle a nadie por qué me gusta y por qué me identifica en este inservible post, que no sé por qué lo escribo.
2 comentarios:
Es muy bueno D. Johnston, y el documental también. Porque es buena música no más, esa debe ser la razón fundamental de porqué a uno le gusta. Lo demás es academicismo.
Saludos.
tan inteligente tú. Yo pienso lo mismo pero siempre lo quiero justificar, anda a saber por qué
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