Nano Stern hizo una noche de lujo el jueves pasado (26 de abril) en la Sala Master. Folclore y una guitarra absolutamente zeppeliana en muchas oportunidades. Parece a veces como un metalero que se expresa raramente en el folclore, pero luego uno cae en que el rock fue solo el comienzo, o una estética que se quedó pegada. Los primeros pasos para tocar la guitarra de manera que cualquiera de los rockeros chilenos querría. Soltura, espontaneidad, sin que se le vaya una nota. Como da gusto.
Nano Stern habló y cantó sobre despedidas, porque se volvía a Europa por una gira pendiente. Pero volverá en octubre a deleitarnos con el peñiscar de las cuerdas, con la voz que saca de las profundidades con una convicción envidiable.
La emoción se hizo risa cuando dijo, de adentro "si tuviera un hijo... y no alcanzó a completar la frase, cuando lo interrumpió su maestro y profesor Rodrigo Bobadilla, "le pondría Sala Master".
Nano Stern no es alguien para perder de vista, ni por supuesto de oído.
1 comentario:
Yo lo ví cuando estuvo con Mecánica Popular en Valpo en el CNCA. Gran valor.
Creo que no olvidaré por un buen tiempo su... "y brillaba y brillaba y brillaba y brillaba... bis - bis - bis"
saludos.
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