30.4.09

Música Feliz

Perdone, por siacaso la foto, Marisol

A veces me paso los conciertos pensando si son o no mis favoritos (sólo a veces, los que me encantan), pero pocas logro sentir esa certeza absoluta. Alvaro Henriquez + Mario Rojas + Catalina Rojas homenajeando a Roberto Parra fue uno de ellos. A él lo descubrí con Los Tres, obvio, mucho antes que a Violeta Parra y profundicé sobre él en mi tesis de periodismo sobre la banda de A.H. Me pasé meses escuchando discos como el Peineta y otros discos donde él tocaba. Por entonces, y ahora, no me paro de convencer lo seco que era.
Esa noche en el Liguria su música me hizo feliz. Estaba tan feliz que anda a sacarme la risa de la cara. De verdad. Y aunque pedí como tres veces "El Organillero" y no la tocaron, el conciertito estuvo excelente. Su par de cuecas en medio del jazz guachaca. Alvaro Henríquez también tocó"He barrido el sol"-era que no-, que sigue siendo mi canción favorita de Los Tres. Eso fue lo más cercano que pude estar en mi vida al Unplugged . Un show para nunca olvidar.
Bueno, y el disco homenaje ya se viene. Y se irá en mi maleta para UK, de seguro.

6.4.09

Kurt Cobain (1967-1994)

A modo de homenaje, por 15 años de su dolorosa muerte una reseña que nunca publiqué sobre el documental About a son. Si antes te gustaba, ahora lo adorarás.

Memorias de un desadaptado

Ver About a son es como escuchar a Kurt Cobain al otro lado de la línea. Así de cercano. Uno se lo imagina recostado hablando sobre su infancia, adolescencia y su éxito con la mayor calma y honestidad del mundo. Su vulnerabilidad se huele y se respira más que en ninguna otra parte. Si leíste su biografía Heavier than Heaven y quedaste amargado por días, este es el documental que necesitas ver para tener al líder de Nirvana de vuelta. El ícono de los 90 hablando en primera persona en diversas grabaciones que dio a Michael Azzearad entre 1992 y 1993, justo un año antes de que se suicidara. Lo curioso y lo increíble de este documental es que ni se echa de menos las fotos y videos de Cobain, ni se necesita. Sólo se escucha su voz de fondo ante miles de imágenes de las ciudades en que vivió (Aberdeen, Olympia y Seattle) que muestran a personas sonrientes y tristes; niños en el highschool, fábricas, departamentos roñosos, luces, días soleados, días lluviosos. Las perfectamente escogidas canciones que lo influenciaron y a las que le hizo cover, están también detrás del relato: las hay de Queen, The Melvins, The Vaselines, y por su puesto, "The man who sold the world" de David Bowie. (Nunca te va a gustar tanto como escucharla ahí en el film).

About a son es la historia y la mirada al mundo de un desadaptado social. Cuando chico le gustaba imaginarse que era un alien que su mamá había adoptado igual que otros niños, también desadaptados. En el colegio quería ser un geek, pero no del típico geek. Odiaba los prototipos, a la gente común y sobre todo los deportistas. Incluso llega a reconocer que tenía el perfil de matón de highschol. Cuando dejó la secundaria trabajó en cualquier cosa. Pero trataba de estar lejos de las personas. No le gustaba trabajar. No por flojo, sino que por tener que toparse con gente. Y cuando luego se muda a Olympia, una ciudad llena de cultura musical, que debiera haber sido su mejor momento para despegar, integrarse, se dedicó a su vida en pareja con Tracy y a esconderse en su departamento mientras que todos los músicos andaban tocando en cada café o al aire libre. Ahí vivía cuando se ganó un contrato Geffen con Nirvana, llegó al estrellato y se fue a Seattle. Entonces comenzaban los 90, y ser un desadaptado triste se comenzó a transformar, lentamente en un estandarte generacional. El recambio del rock no podría haber venido de otro lado sino de un tipo que mira el mundo desde la vereda y el distanciamiento de la sociedad. De un chico inseguro que se pregunta qué pasaría si mezclara Black Sabath con Los Beatles. Aquella fórmula natural, a la convicción de poder crear canciones rockeras con formato pop es lo que lo llevó a la cima y que todavía ahí se seguía sintiendo incómodo. Y a pesar de la lucidez y reconciliación que alcanza con el mundo al reconocer que no siempre es tan odioso de lo que parece, su inadaptación y, por supuesto la heroína, lo echaron cerro abajo.

A continuación, el trailer


4.4.09

Se fue de espalda el loro

Eduardo "Lalo"Parra ( 1918- 2009)


Hace aproximadamente una hora, se murió el Tío Lalo Parra. Acá, a modo de homenaje dejo el extracto de una entrevista que le hice en su casa el 7 de junio del 2oo5 . Pensaba que las actividades de la municipalidad para ancianos eran una lata. Que en vez de poner a bailar a los viejos con viejos, deberían poner a las lolitas con los viejos y los lolos con las viejas. Entre ofrecimiento de whisky, que dije que no, su relación con Álvaro Henríquez, Angel (ito) Parra y las Yeins fondas, salió la siguiente anécdota.

-¿Antes de Los Tres no tenía mucho público de la juventud?
-Si, pero no había esa comunicación conmigo, ni mía con ellos. Toqué en el Antumapu de la Universidad de Chile y había lleno total. La tandeamos, chacoteamos, los hice bailar y ellos felices, y yo más feliz que ellos. Me puse a cantar, con ellos ya nos entendíamos. Había una galería de esas grandes, y se acercaron a mí, al escenario y querían subirse a cantar. Y yo de repente dije: ‘he cantado ya tanto’, que con la música empecé ‘tarararaaa... tenemos sed’, y después “tengo la garganta seca, seca y andaría bien una copita de vino”, pero chacoteando, yo pensé dónde iba a haber vino ahí ¡y había!. Así que se acercó un grupo, que ya se habían tomado sus traguitos, lógico, y les quedaba un resto en una garrafa. ¡Fue una chacota! Sin vaso, se subieron al escenario varios, la mayoría lolas, todas felices, me abrazaban, ‘¡sírvase tío Lalo!’. Así que dejé la guitarra a un lado y pesqué la garrafa, glu glu, [sic] y siguieron ellos. Me decían: ‘Ya, tío, sigamos cantando el jazz guachaca’, con el escenario lleno, con el escenario enorme que tienen. Pero fue hermoso, lindo. Eso no se puede olvidar jamás.