30.3.09

Alternative Rock

Antes de que el diario lo dijera, durante el concierto de Radiohead, me sentí absolutamente hipnotizada. Luego de que todo el mundo hablara durante la última década cuán importante es esa banda de Oxford, por fin entendí y sentí la belleza de sus canciones, recién en vivo. Porque, a decir verdad, me parecían perturbadoras, deprimentes y aburridas. Y sólo es un problema de concentración mío talvez. O evité sobre-deprimirme. Entonces me puse a escuchar cosas más alegres, como Belle & Sebastian. Tampoco seguí llorando por qué no seguían la línea de "Creep" o "High & Dry", no. Respeté que siguieran su camino. Nu fui una fan herida, porque tampoco fui nunca una "huge fan". Fue un concierto inesperado, en el que conocía casi todas las canciones por osmosis. En el que veía a Tom Yorke a través del video clip de las pantallas gigantes o cerraba los ojos no más. Puro sentir. Es tan horriblemente siútico decir "qué bonita canción", sobretodo si se refiere a algo tan "cool" como Radiohead. Pero eso me pasó no más. Ah. Preferí "House Of Cards" de In Rainbows que "Creep" o "Karma Police". Anda a saber tú por qué. Cosas que suceden no más.

Sonic Youth. Eso fue anoche. Y me duele el cuello. Auch. Cabeceé harto y pensé mucho. Más de la cuenta. Pero fue mi validación a que no podría irme a estudiar otra cosa que Popular Music Studies a Inglaterra. Me la pasé pensando en lo importante que era que la banda más importante e influyente del rock alternativo estuviera acá en Chile. Qué fueran miles de personas ovacionando a este tipo de música. Que los años 90 significan para mí eso: rock alternativo, y entonces teníamos nuestra revancha. Ese rock freak, ruidoso, que nadie entiende y que para uno es una manera de ver la vida y la música. Que el revival ochentero es puro pop marqueteado, mientras Sonic Youth se formó el '81 -y sigue con unos temazos nuevos increíbles y vigentes-haciendo ruido sofisticado, desde el otro lado de la vereda. Y todo en la misma década. Olvidémonos de los teloneros de anoche, y acordémonos mejor, quiénes fueron por un par de años a bien principios de los 90: Nirvana. Entonces anoche nos dimos cuénta porqué Nirvana sonaba cómo sonaba. Oh, y Kim Gordon no necesita coréografos ni tanto gimnasio. Tiene algunas arrugas, pero se ve como reina y baila increíblemente bien. Además, daba gusto ver cómo Thurston Moore y Lee Ranaldo cabeceaban con sus chascas mientras tocaban. Era una postal del 92. Esa que sólo vimos en videoclips en un lejano MTV.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Radiohead fue asombroso. Lamento no haber ido a Sonic Youth, me contaron que supera todas las expectativas.

Hay algo en el ruido voluntario de las Juventudes Sónicas que sabe a triunfo: triunfo de una época caótica, o quizás era la mezcla de las guitarras distorsionadas con la adolescencia la que nos hacía sentir algo diferentes (yo también soy más de los noventas que de la década del 00) y me alegra mucho que esa visceralidad se mantenga intacta.

Saludos.

(Una cosa media de nerd que tengo: la canción de Radionead es Karma Police, aunque hubiese sido genial que tocaran algún cover de Lennon).

Macarena Lavín dijo...

Ohhh, si no quiero hablar de John Lennon me lo escupe el inconsciente, jaja. Escuchar Instant Karma en vivo debe haber sido incluso mejor que Creep y Karma Police y High & Dry juntas, seguro.
Bueno. A mi me da lata quedarme un poco pegada en los 90 y sigo escuchando musica nueva o súper antigua. Pero hay algo noventero que siempre me va a marcar inevitablemente. Como dijo una vez Blur, que la música que te gusta a los 16 no te dejará de gustar nunca. Algo así