25.6.07

John Lennon: Gimmie some truth


The US v/s John Lennon me tenía cantando a todo chancho canciones del beatle -que aprendí a los 11 años- en la butaca de la sala 2 del Cine Arte Alameda, hasta que le bajaban el volumen e iban a la prarte de las cuñas de persecución política contra John Lennon.

Es impactante ver cuando en Estados Unidos rompen y queman esos vinilos de los Beatles (pensando que uno los tendría feliz), por decir que eran más populares que Jesucristo, y que las mentes cuadradas de los gringos en esos años 60 no pudieran hacer una interpretación sensata, yéndose a lo fundamentalista, y valga la redundancia, interpretando todo mal. Tiempo después, Lennon habla de vivir como los monjes "no vayan a pensar de que tengo nada contra los monjes", aludiendo directamente a aquel nada agradable episodio.

Y luego, "Drove from Paris to the Amsterdam Hilton,/ Talking in our beds for a week. /The newspapers said, "Say what you doing in bed?"/I said, "We're only trying to get us some peace", con gran desilusión porque la "controversial pareja" no estaba desnuda in bed, sino que usando pijamas de lo más conservadores. Y ahí uno se empieza a acordar por qué la conquistó a una, de que por qué el homor con que me río viene de él, de su influencia. Además en cosa de minutos, pesca la guitarra y compone un hit que se transformó en el himno de las protestas contra Irak, bah, Vietnam . (No han aprendido nada). Hablo de "Give peace some chance", una canción que te eriza la piel de inmediato. Protesta en el tiempo y lugar indicado, guitarra simple, y una voz carismática rodeada de otros pacifistas.

La persecución fue absurda: que su visa se vencía, que una vez tuvo marihuana en Inglaterra-y lo querían deportar. Lo que pasa es que cualquier cosa que hacía John Lennon se transformaba en algo ultra masivo y popular hasta decir basta. Aunque no hay que obviar que, claro, era amigo de políticos activistas, considerados peligrosos por el presidente Nixon. Compormetido así, lo lleva a interpretar una canción contra la liberación de John Sinclair (arrestado por los insólitos cargos fumar marihuana, y claro, a los dos días sale libre): "If he'd been a soldier man/ Shooting gooks in Vietnam/ If he was the CIA/ Selling dope and making hay/He'd be free, they'd let him be/Breathing air, like you and me". Eso lo dice todo, ¿no?

Nada para frenarlo de su campaña contra la guerra de Vietnam, WAR IS OVER (if you wanted), teniendo los recursos y el apoyo de distribuir los carteles con ese mensaje por las capitales más importantes del mundo. También tomando en cuenta los versos con que comienza la canción que iba afirmando todo: "so this is Christmas, what have you done". Otra melodía que provoca y que puede traspasar hasta los huesos.

No quiero seguir contando por si no la han visto. Tampoco les diré por qué él se quedó en Nueva York a pesar de todo (que era algo que no me lograba explicar), averíguenlo por sí mismos si también eso les inquieta.

No hay mucha gente con el talento y el carisma de John Lennon. Admiro mucho al bueno de Paul, a la dupla Lennon/McCartney, pero ya sabemos quien es realmente el líder, ¿no?

22.6.07

El grunge está de vuelta, pero no como debiera


En una entrevista a los Fiskales que salió en la Rolling Stone de mayo, y que escribió David Ponce, salía el grupo alegando de que la (Ignacia) Allamand era rostro de una multitienda vistiendo con Anarky in the UK a lo más sex pistlos, y toda esa moda punk que ahora uno ve en los malls. Primero se le ocurrió hacer moda lo hippie, que era desastrado, pero era todo con buenas terminaciones. Después les dio con el glam rock y ahí les creo, porque eso sí que fue moda a propósito. Y ahora viene la moda grunge. No me gustaba Nirvana hasta que tuve MTV (marzo 94) y vi el video de Heart Shaped-box, y al mes se murió. Y estaba enamorada de él y de su música, cómo no.
Escuchaba el Nevermind 100 veces al día, me compré camisas de franelas y camisetas y zapatos café de gamuza (que cayó en el escenario de una tocata de Los Tres (mackyantipop.blogspot.com/2005_09_01_archive.html) y tenía una melena hasta los hombros.
Kurt Cobain era el ídolo porque iba contra lo establecido, contra las modas, contra todo, le gustaba lo simple, se vestía desastrado porque sí, porque era lo que tenía y todos los grunge andaban igual porque vivian en tierra de leñadores y era lo común vestirse así. Pero eso se convirtió en moda.
Ahora viene en todas las revistas y catálogos la moda grunge, y es demasiado diferente. No tiene ese espíritu. Es bonito pero tan adaptado a lo chic, o cualquiera de esos términos, que casi ni parece grunge. Ni un respeto: Kurt, sacúdete en tu cripta.

28.5.07

Claudio Bertoni


Mackyantipop ha publicado aquí:


Un extracto:
"Yo con la literatura tengo una relación de necesidad. Sale una mujer hermosa, y la manera de sacármela de encima simplemente es escribir. Lo mismo con las fotos. Yo saco fotos de seres que me llaman la atención. Y cuando están en el rectángulo, es un alivio, porque no voy a volver a ver más a ese ser y se acabó. Pero ahí lo retengo.

Con la escritura es igual. Escribo porque me alivia contar lo que me sucede, que es más o menos lo que le debe pasar a toda la gente que hace los blogs. O cuento lo que me pasa en un día. Que voy, que me bajo, y entro y había esto, y el gallo era crespo y miré y me pasó tres monedas, no, me pasó dos. Y la perica tenía unas botas así… Ridículo de detalles".

No hay conmoción


Nunca enganché demasiado con Soda Stereo. Muy masivo, muy simplón, a excepción del unplugged, aunque en su tiempo no supe valorar ese disco. A mí, Cerati -con o sin Soda Stereo- junto con U2 siempre me han parecido una especie de institución. No así Los Beatles, por ejemplo. Porque todos tienen que tener los discos, en todas las casas, en todos los carretes, es como una obligación. Y eso termina por cansar, sobre todo por la falta de méritos musicales. Debe ser por guitarras sin un valor muy singular, por ser tan masivos sin tener algo que cambie el curso de la historia del rock. Porque ¿qué distinto han hecho?, ¿alguna innovación que te dé vuelta la cabeza? Claro, alguna que otra canción conmovedora han compuesto. Anoche en Cerati, -fui con entradas gratis a acompañar a una amiga- me di cuenta de algo: últimamente me quedo con las guitarras más opacas, acústicas –sin caer en ese facilismo desenchufado y medio deprimente o fogatero que tanto cundió en los 90s- o que simplemente te llevan a los orígenes del primer rock and roll, o del swing o digamos al estilo más vintage o tipo de grabación análoga. Cosas tan amplias, que me hacen pensar que Cerati es simple. Además de “Crimen”, “Adiós” o “Cosas Imposibles”, algo de Soda Stereo que te lleva a las fiestas y que te entró más que por recuerdo que nada, el resto no me paró un pelo. No me conmovió. Y como me dijo Claudio Bertoni hace un par de semanas, la música tiene que pararte los pelos. He ido a decenas de concierto en los que no conozco más de una canción –o ninguna- y me han conmovido más que este par de instituciones.

"Franz" de Teleradio Donoso


Alex Adwanter, líder de Teleradio Donos, dijo antes de introducir mi canción favorita del grupo que se la había escrito a su ex polola, porque le había pedido que le dedicara una. Bueno, no le gustó, y a los pocos días la relación terminó "a mí ex polola no le gustó, espero que a ustedes le guste". Cuando me di cuenta que era "Franz", que abre el EP y el Gran Santiago que lanzaban ese jueves 24, pensé que su ex estaba loca. Si a mí me dedicaran esa canción sería tan feliz y trataría de mantener la relación, en fin. Mientras escuchaba este hit, me detuve en la letra, y pensé "esta no es una canción de amor, pero el hombre se muestra sincero":
Yo soy bueno, de verdad /Cada día veo todo igual/ a mí no me parece ser un criminal que haya que encerrar/ no tengo mucho que decir, yo soy una canción para ti/ No quiero que termine en frases de cine en su casa.
Ese último verso me pareció de lo más acertado. Sobre todo en medio de una canción que te hace bailar, y claps your hands como en los 60s. Yo con esa canción... me desmayo, realmente".

5.5.07

Guitarra y voz, para qué más.



Los cantautores tienen algo. No sé que es. Algo de ellos solos con la guitarra. Algo
que transmiten. Es la intimidadque se da en los conciertos por la sencillez de elementos y la sinceridad al entregar todo lo que tienen. O la capacidad de lograr un cilencio sepulcral que inspira un respeto insospechado, y que hace que el tiempo se detenga. Un discurso sin poses, porque éste solo reina en sus cabezas sin tener que encontrar puntos en común con otros integrantes. No cuentan con más que ellos mismos. Voz altamente convincente, guitarra o piano y una letra que llega más adentro que ninguna otra canción. Cantautores son los que me han invadido este último año y no los he podido soltar como género musical.
Partió con Leo Quinteros, ( http://leoquinteros.podomatic.com) que inauguró en mí otra manera de ver conciertos. Una imagen ilustrativa: mi cara se afirma en mi mano que a su vez descansa en el codo apoyado en la rodilla. Me quedo inmóvil, atenta, concentrada, y con la sensibilidad a flor de piel.

Un paréntesis para el extranjero: Coiffeur (www.myspace.com/noescoiffeur ), un argentino que
abrió a Javiera Mena en diciembre pasado en el festival Neutro. Un conquistador que te conquista desde la timidez. Solo con suguitarra, para no pedir más. O tal vez pedir que nunca abandone el escenario.

La misma Javiera Mena, -aunque esacape algo de este recorrido que hago de cantantes con solo guitarra de palo y voz-de la cual no puedo soltar su disco, porque el timbre de voz que tiene es engatuzantea y a la vez acogedora. (www.myspace.com/javieramenamusica)
Nano Stern, que me hace pensar que hace magia con las cuerdas. Les saca más acústica, más sonido, más potencia que cualquier amplificador o mejor, como si fueran 4 guitarras en vez de una. Además inyecta con su voz y carisma a todos quien lo escucha. (http://www.nanostern.com/cms/index.html)
Demás esta decir que todo esto aumentó cuando me puse verdaderamente a escuchar a Violeta Parra. Lo único que tenía era sus manos y su guitarra. Con eso se ganó la vida. Una voz desgarradora que apuñala, que descuera, que llega el alma.

Una guitarra y una voz. Para qué más.

2.5.07

Nano Stern

Nano Stern hizo una noche de lujo el jueves pasado (26 de abril) en la Sala Master. Folclore y una guitarra absolutamente zeppeliana en muchas oportunidades. Parece a veces como un metalero que se expresa raramente en el folclore, pero luego uno cae en que el rock fue solo el comienzo, o una estética que se quedó pegada. Los primeros pasos para tocar la guitarra de manera que cualquiera de los rockeros chilenos querría. Soltura, espontaneidad, sin que se le vaya una nota. Como da gusto.


Nano Stern habló y cantó sobre despedidas, porque se volvía a Europa por una gira pendiente. Pero volverá en octubre a deleitarnos con el peñiscar de las cuerdas, con la voz que saca de las profundidades con una convicción envidiable.

La emoción se hizo risa cuando dijo, de adentro "si tuviera un hijo... y no alcanzó a completar la frase, cuando lo interrumpió su maestro y profesor Rodrigo Bobadilla, "le pondría Sala Master".

Nano Stern no es alguien para perder de vista, ni por supuesto de oído.