Estoy sacando la vuelta, para variar. Tengo que entregar un avance de la tesis el martes. Ufff. Yo necesito plazos. El martes, colapsada, estaré arrepentida de estos ratos que me doy libre. La verdad es que no me acuerdo como lo hacía en la U. Es cosa de costumbre yo creo. Porque siempre tenía mil cosas que hacer. Dormía menos y carreteaba más. Era una heroína. Ahora esas dos cosas son imposibles ahora ¿serán los 25 años?
Pero es increíble mi horario este día que se supone que debía trabajar.
Primero pongo el despertador a las 10: 20, me levanto un rato despuñes, leo el diario, me meto a MSN, estaba Allen, así que me quedé un rato, porque está en sur. Después subo a trabajar recién a las 12 y media. Bajo, porque llegó mi padre, pero parece que no. Lo escucho a los 10 minutos y vuelvo a bajar. Subo, y trabajo otros diez minutos. Bajo y preparo aperitivo, que no puedo comer, almuerzo, subo, trabajo otro rato. Bajo, y tengo q ir a sacar plata. Subo y trabajo media hora. Bajo y tengo que salir a dejar a mi hermano y a la Gabi al alto las condes. Lllego a mi casa, toco guitarra, trabajo un rato, fumo, dejo el note book de lado, pongo un cd, ordeno las fotos de mi mural y vuelvo a trabajar. Y ahora estoy aquí, imprimiendo cosas, porque el tema de la tesis a veces me colapsa tanto, y la claridad mental se esfuma y mis ideas editoras se me congelan.
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