Al lado del camino

Es el título de una de las últimas buenas canciones de Fito Páez y hoy me identifica bastante. Fui con una amiga a comprar las entradas a Chris Cornell que viene junto con toda la avalancha de conciertos. Con un banco teníamos descuentos hasta hoy según la publicidad del evento, pagando con tarjeta de débito o de crédito. Hicimos toda la fila y nos encontramos que no aceptaban redbank. Pensamos ¿cómo comprobarían que somos clientes de ese banco si es que llevábamos billullo en efectivo? Sólo aceptaban CMR, efectivo y visa. Cualquier forma de dejarte con intereses. Cuando llegamos a la caja nos dijeron "no las estamos vendiendo todavía". Las estaban vendiendo en el Cine Hoyts y simplemente nos dio lata pegarnos el pique, si el descuento al final de cuentas sería casi lo mismo que lo que gastáramos en bencina. Esto es pura publicidad engañosa. Volveremos por las entradas otro día.
A todo esto no sé porqué voy a Chris Cornell en vez de Police con Beck. Siempre me gustó ese hombre. Horas y horas escuchando el Superunknown o Temple of the dog con su piano y voz en el personal stéreo y cómo no, hormonas revolucionadas de vez en cuando en las primeras canciones de Audioslave. O sea, incluso encargué su disco solista a USA. Tengo suficientes razones para ir. Incluso si el grunge pasó de moda y dejé de oírlo, incluso si este hombre canta mal ahora, incluso si en Pearl Jam me di cuenta de que ya no me gustaban tanto, que Nirvana siempre fue lo más fuerte.
Con la música, hay cosas que no se pueden pensar tanto. Uno quiere ir a algo y punto. Por eso que me gusta estar al lado del camino. Más entretenido y más barato.